VALLEJO – Dos densas cuadras en el centro de Vallejo, en un barrio conocido como Little Mexico (Pequeño México), están sembradas de negocios de familias inmigrantes que ofrecen alimentos, dulces, regalos importados y atuendos para fiestas.
Según María Teresa Sánchez, co-propietaria de Bere’s Bridal, fue la ya fallecida María Guevara, fundadora de la organización sin fines de lucro Vallejo Together, quien tuvo la idea de ponerle el nombre Little Mexico a la sección de Broadway que se encuentra entre las calles Nebraska y Tennessee.
Hace alrededor de 10 años, Guevara fue de tienda en tienda animando a los dueños a patrocinar unos carteles que llevaban ese nombre. Consiguió el apoyo de la ciudad, y celebró la inauguración de Little Mexico con un evento en el que cerró la calle y trajo música. Los carteles se colgaron de las farolas que bordeaban las banquetas.
El viento ya se llevó los carteles, pero el nombre Little Mexico ha sobrevivido.
Lo que hace esta área muy especial es que tiene negocios familiares cuyos dueños son personas que viven en Vallejo y que traen auténticas tradiciones mexicanas a la ciudad.
Los esposos Ubaldo y Marisa Alcázar abrieron La Michoacana Vallejo en el número 506 de la calle Broadway en 2006, después de un difícil año de espera mientras la ciudad aprobaba los permisos y hacía las inspecciones.
La Michoacana Vallejo es una paletería y pastelería. “Todo lo que se produce, aquí se hace”, explicó Marisa Alcázar. “Tenemos el área de producción, donde se hornea diariamente. Todo se hace a la antigua, con productos naturales de verdad, harina, huevos, mantequilla. Y los panaderos que tenemos son muchachos excelentes”.
“Hasta las carnes para las tortas las cocinamos aquí”, añadió Ubaldo Alcázar.
La Michoacana Vallejo ofrece entre 30 y 35 sabores de paletas y 28 sabores de nieves (helados), pero los sabores varían durante el año, porque solo usan fruta fresca. Su clientela es diversa y el pastel de tres leches es uno de los más vendidos.
El negocio ha crecido mucho, hasta tener hoy día 21 empleados. Su éxito se basa en la calidad de sus productos. Desde alfajores peruanos tan suaves que se deshacen en la boca hasta rico pan dulce, jugosos pasteles de tres leches o deliciosas paletas y nieves, tienen el antojo perfecto para todos los aficionados a los dulces.
“Me hace sentir muy orgullosa escuchar fuera de aquí que la gente nos reconoce a La Michoacana”, dijo Marisa Alcázar, “que conocen a nuestro equipo de trabajo, que somos mencionados como algo positivo para la comunidad, un lugar familiar donde la gente puede venir y encontrar el producto que reconocen”.
Como cualquier negocio, La Michoacana Vallejo ha enfrentado retos. La pandemia del Covid-19 fue uno de ellos. Aunque permanecieron abiertos porque vendían productos esenciales como pan y leche, solo podían dejar entrar a la tienda dos o tres personas a la vez. La inflación también les impactó muy negativamente, especialmente la vertiginosa subida de precios de productos como desinfectante, lejía, guantes y máscaras.
Afortunadamente pudieron superar ese tiempo tan difícil y conservar a todos sus empleados.
Ahora enfrentan otras dificultades. Una de ellas es que ha abierto otra panadería en Vallejo con el mismo nombre, lo cual confunde a los clientes de La Michoacana Vallejo, porque creen que han expandido su negocio. Ubaldo Alcázar apunta que La Michoacana Plus es parte de una cadena, no un negocio familiar y artesanal como el suyo. Precisamente cambiaron el nombre de su tienda de La Michoacana a La Michoacana Vallejo para diferenciar ambos negocios.
El cuidado y orgullo que los Alcázar ponen en sus productos, sus empleados y su conexión con la comunidad, les va a ayudar a superar este y otros retos. “La mayor satisfacción es que el cliente se vaya contento con lo que hacemos”, dijo Ubaldo Alcázar.
En la otra esquina de esa misma cuadra se encuentra Bere’s Bridal, en el número 530 de la calle Broadway. Si usted está buscando un atuendo para una boda, quinceañera, bautizo o primera comunión, en esta tienda encontrará todo lo que necesita. También rentan esmoquins (tuxedos) y venden accesorios, desde zapatos finos hasta tiaras.
Las hermanas María Teresa Sánchez y Carmen Sandoval abrieron la tienda en 1998. Empezaron en un local más pequeño a tres puertas de su ubicación actual, como florería. Como el negocio no arrancaba, añadieron vestidos para niñas. Poco a poco expandieron su mercancía para ofrecer atuendos para todas las ocasiones especiales. Su producto más popular son los lujosos vestidos para quinceañeras, que cuestan desde 299 dólares para un vestido rebajado hasta 2.500 dólares.
Tras 25 años en su tienda las hermanas han servido a varias generaciones de las mismas familias. “Tenemos personas que han venido desde hace veinte años”, comentó Sánchez. “Vino la mamá para su vestido de boda, luego para la quinceañera de su hija y después para las de las nietas”.
El negocio ha crecido pura y simplemente a través de recomendaciones de clientes. Bere’s Bridal tiene clientela que llega desde Monterrey, Napa, Oakland y de todo el condado de Solano. “Tenemos clientes hasta de Redding, a tres horas de aquí. Ayer tuve una clienta que vino de Stockton,” comentó Sánchez.
La inflación ha sido un reto porque la gente tiene menos dinero para gastar, pero Bere’s Bridal sigue adelante con mucha fuerza.
El negocio más antiguo de Little Mexico es La Tapatía Market Vallejo. Lo fundaron los hermanos Ismael e Ignacio Magallanes a comienzos de los años 80 en un centro comercial en Sonoma Boulevard. Los hermanos se mudaron a su localidad actual en el número 601 de Broadway en 1996.
Julián Magallanes, hijo de Ismael, dijo que la carne fresca es muy popular — la gente la compra para hacer carne asada para sus fiestas — pero La Tapatía ofrece mucho más. Aparte de los productos que se encuentran en cualquier mercado de comida, tiene una cocina y una zona de restaurante, así que se puede comprar comida casera mexicana y comerla en la misma tienda.
También tienen un centro financiero, “donde se pueden cambiar cheques, pagar cuentas y hacer envíos de dinero a teléfonos de otro país,” explicó el joven Magallanes.
¿Necesita usted unas botanas deliciosas? Puede contar con La Tapatía. En el refrigerador se alinean contenedores de ceviche, guacamole y salsa fresca recién hechos, a precios muy asequibles, como 5.99 dólares por una libra de guacamole.
Quizás usted ya ha comprado carne y postre para una fiesta, e incluso un vestido festivo. Pero, ¿y los regalos? Los puede encontrar en Artesanía Tonala, situada en el número 520 de la calle Broadway.
El dueño, Benjamín Arechiga, ha vendido dulces mexicanos en varios remates durante 24 años. En 2019, dos meses antes de que empezara la pandemia de Covid-19, él y su esposa decidieron abrir una tienda y traer todo tipo de productos mexicanos tradicionales, desde botas, sombreros y vestidos típicos hasta cerámica y huaraches.
Se vieron obligados a cerrar por tres meses durante la pandemia mientras seguían pagando renta, y no recibieron ni un centavo de ayuda. Con todo y eso, siguieron adelante.
Hace un mes y medio Arechiga amplió su negocio al alquilar la tienda de al lado que quedó vacante. Tras demoler tres paredes, los dos locales se miran como uno solo y le permiten acomodar más mercancía. “Quería meterle un poquito de todo, que cuando la gente viene a lo que viene a buscar que lo halle”, comentó Arechiga.
Con ese fin añadió otros productos, como ropa para la construcción y botas de trabajo. Los arreglos florales también se venden bien para días especiales como el 14 de febrero o el 10 de mayo, Día de la Madre. “Una tía mía diseña unos ramos muy hermosos de flores. Ya la gente nos está conociendo un poquito”, dijo Arechiga.
La tienda verdaderamente ofrece un poco de todo, así que si usted se muere por conseguir un sombrero vaquero, un precioso huipil o una cazuela de cerámica, aquí lo va a encontrar.
Little Mexico tiene otras tiendas que son negocios familiares, como Solorios Insurance, una farmacia naturista y un restaurante especializado en carnitas. Lo único que le falta son los carteles con el nombre Little Mexico. Quizás algún día volverán a exhibirse en este barrio con mucho orgullo.
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Isidra Mencos
Isidra Mencos, Ph.D. is the author of Promenade of Desire—A Barcelona Memoir. Her work has been published in WIRED, Chicago Quarterly Review and more. She reports on Vallejo's businesses and culture.
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